Durante el mes de marzo de 2015 en Panamá, USAID patrocinó un curso para más de 40 delegados de los Ministerios de Salud y Finanzas de la República Dominicana, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, El Salvador y Perú para aprender sobre el fortalecimiento de los sistemas de salud e implementar la Cobertura Universal de Salud.
En el marco del evento, aprovechamos la oportunidad para hablar con los representantes de algunos de estos países para conocer sus experiencias en la reducción de inequidades en la salud, que es el objetivo del movimiento Una Promesa Renovada para las Américas. En una entrevista con los delegados del Ministerio de Salud de El Salvador, pudimos conocer algunos de los avances logrados para reducir la mortalidad materna.
Retos para llegar a las áreas rurales antes de la reforma
En 2009, el Ministerio de Salud de El Salvador inició la Reforma de Salud. Antes de la Reforma, se identificaron las principales inequidades: la cobertura de la atención primaria se limitaba únicamente a algunas municipalidades –dejando de lado las áreas rurales remotas– y llegando solo a 40% de la población del 80% que correspondía al Ministerio de Salud. Además, se observó que se estaba cobrando la llamada “cuota voluntaria”, que exige que los pacientes paguen un dólar por consulta.
Antes de 2009, el sistema de salud estaba fragmentado, segmentado y la atención médica era mala. Además, el equipo quirúrgico estaba obsoleto, los medicamentos eran escasos y había pocos recursos humanos. Solo 3 de los 30 hospitales del país tenían un pabellón de maternidad.
La tasa de mortalidad materna antes de la Reforma, en 2006, era de 65,4 muertes por 100.000 nacidos vivos, y la tasa de mortalidad de menores de cinco años era de 10,2 por 1.000 nacidos vivos.
Priorización de las municipalidades remotas
Para fortalecer la atención maternoinfantil, la Reforma de Salud ha tenido varias líneas de acción: crear pabellones de maternidad en 25 hospitales con los suministros y recursos humanos adecuados, contratación de especialistas –pediatras y ginecólogos– a fin de fortalecer la atención obstétrica y neonatal, crear 21 centros de maternidad, implementar 331 unidades de salud comunitarias y 38 unidades de salud especializadas, y la total exoneración de las cuotas. Todas estas iniciativas se han priorizado en las municipalidades remotas.
Marina Delgado, de 31 años, está esperando su segundo hijo. Ella vive en el área rural de Cerro Colorado, El Salvador. Gracias a la Reforma de Salud implementada por el Gobierno, Marina está recibiendo atención médica adecuada durante su embarazo.
Los resultados de la Reforma para la salud maternoinfantil, después de las acciones implementadas y la inversión, han dado lugar a un aumento de los partos institucionales de 39,3% en 2006 a 99,8% en 2013, lo que ha permitido reducir la mortalidad materna de 65,4 en 2006 a 38 por 100.000 nacidos vivos en 2013, con lo que se ha logrado cumplir el ODM 5.
“Si bien el avance es notable, todavía tenemos retos y queremos fortalecer la Reforma de Salud en nuestro país,” sostuvo el Dr. Altagracia Xochitl, Asistente Médico del Viceministro de Servicios de Salud, Ministerio de Salud de El Salvador, en una entrevista durante el curso emblemático de USAID en los Ministerios de Salud y Finanzas.
El Salvador y Una Promesa Renovada para las Américas
El Salvador fue uno de los países que ratificó la Declaración de Panamá en septiembre de 2013, comprometiéndose a reducir las inequidades en la salud materna, neonatal e infantil. Después de que 27 países de América Latina y el Caribe ratificaran la Declaración, se creó el movimiento Una Promesa Renovada para las Américas como mecanismo de apoyo para que los países pudieran reducir sus inequidades en la salud.
Mediante la Reforma de Salud y los resultados obtenidos, este país centroamericano está tomando acciones para reducir la brecha de la desigualdad y proveer un acceso más equitativo a las poblaciones remotas y, por lo tanto, más vulnerables.