En el aniversario de su fundación, la Organización insta a los países a invertir, luchar contra la discriminación y la intolerancia y ampliar el acceso equitativo a servicios sanitarios de calidad.
Con motivo del Día Mundial de la Salud (7 de abril), la Organización Mundial de la Salud (OMS) está llevando a cabo la campaña «Mi salud, mi derecho» para defender el derecho a la salud de todos, en todas partes.
La campaña aboga por garantizar el acceso universal a servicios sanitarios, educación e información de calidad, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones laborales y medioambientales dignas y ausencia de discriminación.
En todo el mundo, los principales retos que comprometen sistemáticamente el derecho a la salud son la inacción política unida a la falta de responsabilidad y financiación, agravadas por la intolerancia, la discriminación y la estigmatización. Las poblaciones más marginadas o vulnerables son las que más sufren, como las personas que viven en la pobreza, desplazadas, mayores o con discapacidad.
Si bien la inacción y la injusticia son las principales causas del fracaso mundial en el cumplimiento del derecho a la salud, las crisis actuales están provocando violaciones especialmente atroces de este derecho. Los conflictos están dejando estelas de devastación, angustia mental y física, y muerte.
La quema de combustibles fósiles está provocando simultáneamente la crisis climática y violando nuestro derecho a respirar aire limpio. A su vez, la crisis climática está provocando fenómenos meteorológicos extremos que amenazan la salud y el bienestar en todo el planeta y dificultan el acceso a los servicios para satisfacer las necesidades básicas.
Todo el mundo merece tener acceso a servicios sanitarios de calidad, oportunos y adecuados, sin sufrir discriminación ni dificultades económicas. Sin embargo, en 2021, 4.500 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, no estaban cubiertas por servicios sanitarios esenciales, lo que las dejaba vulnerables a enfermedades y catástrofes. Incluso quienes acceden a la atención suelen sufrir económicamente por ello, ya que unos 2.000 millones de personas se enfrentan a dificultades económicas debido a los costes sanitarios, una situación que lleva dos décadas empeorando.
Para ampliar la cobertura, se necesitan en todo el mundo entre 200.000 y 328.000 millones de dólares más al año para aumentar la atención primaria en los países de ingresos bajos y medios (es decir, el 3,3% del PIB nacional previsto). Se ha demostrado que es posible avanzar cuando existe voluntad política. Desde 2000, 42 países, representativos de todas las regiones y niveles de renta, han conseguido mejorar tanto la cobertura de los servicios sanitarios como la protección frente a gastos sanitarios catastróficos.
«Hacer realidad el derecho a la salud exige que los gobiernos aprueben y apliquen leyes, inviertan, aborden la discriminación y rindan cuentas ante sus poblaciones», ha dicho el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «La OMS está trabajando con los gobiernos, los asociados y las comunidades para garantizar el más alto nivel posible de salud, como derecho fundamental de todas las personas, en todas partes».
El derecho a la salud está consagrado en la Constitución de la OMS, y al menos 140 países lo reconocen en sus constituciones nacionales. Pero el reconocimiento por sí solo no basta, y por eso la OMS apoya a los países para que legislen el derecho a la salud en todos los sectores e integren los derechos humanos en las políticas y programas sanitarios. El objetivo de este apoyo es lograr que los servicios de salud estén disponibles, sean accesibles y respondan a las necesidades de las poblaciones a las que atienden, y aumentar la participación de la comunidad en la toma de decisiones sanitarias.
En este Día Mundial de la Salud y en los próximos, la OMS insta a los gobiernos a que realicen inversiones significativas para ampliar la atención primaria de salud, garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, y lograr una participación significativa de las personas y las comunidades en la toma de decisiones relacionadas con la salud. Reconociendo la interdependencia entre el derecho a la salud y otros derechos fundamentales, la campaña incluye llamamientos a la acción en materia de finanzas, agricultura, medio ambiente, justicia, transporte, trabajo y asuntos sociales.
Las personas, las comunidades y la sociedad civil llevan mucho tiempo defendiendo su derecho a la salud, mejorando el acceso a los servicios de atención sanitaria, derribando barreras y abogando por la equidad. La OMS insta a la población a conocer, proteger y promover sus derechos sanitarios, incluidos los relacionados con una atención segura y de calidad, cero discriminación, privacidad y confidencialidad, información, autonomía corporal y toma de decisiones.
(Traducción al español: EWEC-LAC)